martes, 30 de octubre de 2012

Niños con cáncer abandonan tratamiento por ser doloroso

El 10% de los niños con cáncer que son atendidos en el Hospital del Niño de La Paz abandona el tratamiento, porque éste es demasiado doloroso para los niños.

De acuerdo con Astrid Riveros, la única oncopediatra con la que cuenta este nosocomio, para muchos padres resulta dificultoso llevar regularmente a los niños al hospital.

“El tratamiento puede ser de varios años. El ir y venir cansa a la familia y (los padres) piensan que el niño ya está bien”, afirma la especialista. Además -acota-, los padres piensan que sus hijos se traumatizan con la quimioterapia (uso de medicamentos para destruir células cancerosas).

Aida Choque cuenta que su hijo Brayan, de cuatro años, sufre de leucemia y para él es un martirio ir al hospital, por temor a las inyecciones. “Me dice ‘ya no quiero ir, si ya estoy sano”.

Desde hace dos meses, Brayan se encuentra en tratamiento. Fue traído desde Llallagua (Potosí).

Blanca Mamani tiene una historia similar. Su hija Alejandra, de cuatro años, también sufre de leucemia y cada vez que se le acerca una enfermera, grita. “Es difícil verlos así, pero como padres tenemos que hacerlos venir, porque es la única manera de que se curen”, afirma.

Otros padres consideran que el principal problema es de orden económico, pues el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) sólo cubre la atención de los niños menores de cinco años.

Al respecto, Riveros afirma que hay fundaciones que colaboran con el financiamiento de la quimioterapia, que es lo más caro. “Gracias a la colaboración de las fundaciones Ayúdame y San Luis, los padres no tienen que cubrir los gastos de la quimioterapia o radioterapia. Además, Trabajo Social del hospital también les ayuda”.

Julio Chipana tiene a su hija Jésica, de diez años, más de un año en tratamiento contra la leucemia. “Yo no sabía qué tenía mi hija y quise que la trataran en clínicas privadas, pero los tratamientos son muy caros”, sostiene.

Añade que el hospital lo ayuda económicamente con la enfermedad de su niña. “A veces hay que ponerle catéter y las cirugías mayores o menores y son costosos. A veces hay que gastar hasta 3.000 ó 4.000 bolivianos”.

Juana Moro tiene a su nieto de dos años internado desde hace dos semanas. Si bien el SUMI cubre el tratamiento del pequeño, la familia tiene otros gastos, pues es del interior.

“Queremos llevarnos a mi nietito, pero los médicos dicen que debe hacer el tratamiento. Mi hija está estudiando y tiene tres hijos más que cuidar”, dice Juana, en medio de lágrimas.

La mayoría de los padres de estos niños se quedan en el hospital, de día y de noche, mientras sus hijos son tratados. Ellos duermen debajo de las camas, en improvisados colchones.

Según la oncopediatra, los pacientes no vuelven también por falta de información de sus padres. “Ellos consideran que el cáncer es sinónimo de muerte y no creen que los niños puedan salvarse”.

El Hospital del Niño registra cada año unos 50 nuevos casos de cáncer. Los tratamientos duran entre tres meses y tres años, según datos del nosocomio.

Testimonios
bLANCA Mamani “Nos mandaron de Oruro”Mi hijita Alejandra, de cuatro años, se internó hace dos meses, ella presentaba tos, gripe y un resfrío con fiebre durante un mes. El pediatra pidió análisis de sangre y se dieron cuenta de que tenía glóbulos rojos y dijeron que podía ser leucemia. Nos mandaron aquí desde Oruro. Ha hecho el primer tratamiento y está bien, pero está paralizada de la cintura para abajo. La doctora me dice que puede ser el medicamento, porque la quimioterapia es muy fuerte. Ahorita estamos viendo qué le pasa.

Aida choque “Me dice ‘ya estoy sanito’”Mi hijo Brayan, de cuatro años, está con leucemia hace dos meses. Mi hijo llegó desangrado, no dejaba de sangrar durante una semana y tampoco coagulaba la sangre. Los médicos nos mandaron desde Llallagua.Lo más duro es verlo sufrir y que me diga ‘mamá, ya no quiero venir, ya estoy sanito, quiero ver a mi hermano. Para él esto es como un juego al que lo tengo que traer, me dice ‘ya no quiero regresar al hospital porque me pinchan. Yo lo tengo que obligar no más.


Julio chipana “Al llegar me sorprendieron” Mi hija Jésica, de diez años, está con el tratamiento para la leucemia desde marzo de 2011. Yo no sabía nada de esta enfermedad, al llegar aquí me sorprendieron diciéndome lo que tenía. Yo la llevaba a médicos y curanderos pero no sabían qué era lo que tenía. Entonces me recomendaron que la trajera aquí, al Hospital del Niño para que la curen.Ella no sabe qué es la leucemia, pero siempre me pide ya no venir, me dice ‘papá, yo ya estoy sanita, ya no tengo que venir’.

El SUMI cubre tratamiento de leucemia
Desde septiembre pasado, el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) extendió su cobertura a niños que sufren de leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer en la sangre.

Dicha cobertura contempla todo el tratamiento del niño, internación, radioterapia, quimioterapia y otros, según Mónica Balderrama, encargada del SUMI en el Hospital del Niño de La Paz.

Al respecto, Blanca Mamani y Aida Choque, madres de dos niños de cuatro años que sufren de leucemia, reconocen la ayuda del SUMI.

“Este beneficio me va a durar hasta enero o febrero del próximo año, después tengo que pagar yo”, se anticipa Mamani.

Para Choque, muchas veces el sufrimiento de los niños la hace cuestionarse: “¿Vale la pena verlos sufrir así o es mejor que se mueran? Pero dicen que de cada diez con leucemia, siete se salvan. ¿Y si mi hijo es uno de esos tres?”.

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